Uno de los aspectos más fundamentales en el estudio de la Magia, planteado por renombrados exponentes del Arte como Agrippa, Levi y Crowley, entre otros, es el estudio y comprensión de los Elementos. Aunque popularmente se considere que dichos Elementos son cuatro, lo cierto, desde la perspectiva ocultista, es que son cinco.
Los nombres con los que
en el Oeste se conoce a los elementos son: Fuego, Aire, Agua, Tierra
y Éter o Espíritu. Sin embargo, debe entenderse que al referirnos a
“Agua” no es exclusivamente al compuesto (H2O); o al hablar de la
tierra no sólo se habla de “tierra de plantas y hojas”. Los
Elementos representan los principios a partir de los cuales se forma
y configura el universo, visible o invisiblemente. Si bien la ciencia profana nos expone una Tabla Periódica en la cual encotnramos los elementos que componen nuestro mundo desde un punto de vista "químico", estos Cinco Elementos Mágicos hacen referencia a los
estados en que se encuentran las diferentes objetos y substancias dentro del universo. Así, al hablar del Elemento Tierra nos fererimos a todos los principios “sólidos”, estables,
consolidados, firmes o coagulantes, tanto en niveles físicos, emocionales, mentales o espirituales. El Elemento Agua a todos los principios “acuosos o
líquidos”, fluidos, fluyentes, adaptables e, incluso, solventes.
El Elemento Aire se refiere a todos los principios “gaseosos”, informes,
expandibles, sutiles y volátiles. Al referirnos al Fuego entendemos
con él a todos los principios “ígneos y energéticos”, tales
como la electricidad, por ejemplo; el fuego también representa la
expansión, la energía, la vitalidad, el furor y la vitalidad. El
Quinto Elemento, Éter, Espíritu, Akasha o Lux, es el principio y
raíz de todos los otros elementos, además de ser el Principio que
les permite “coexistir”, pues, dentro de los cuatro elementos más
conocidos, se presentan pares antagónicos que es preciso mantener
presente. De esta forma, en el universo, todo lo que existe está compuesto por
difeentes proporciones de estos elementos o “estados”, pero no
deben confundirse con los elementos químicos ya mencionados.
En la tradición
oriental, a estos principios se los conoce como Tattwas, y junto con
tener características de la misma naturaleza antes mencionada,
tienen símbolos que los representan.
Ahora, mayor extensión
sobre cada elemento/tattwa:
ESPÍRITU:
Éter; Lux.
Tattwa:
Akash o
Akasha.
Es
el Principio Primero, a partir del cual nacen todos los otros
elementos y, a partir de ellos, la formación de todo el universo. Si
bien no tiene una manifestación propia en la naturaleza, es el
principio vivo y activo presente en cada uno de los elementos. Es la
energía con la que cada elemento actúa en su propia esfera de
actividad; y es gracias a su participación que en Magia o cualquier
otra ciencia oculta es posible operar con los otros elementos. La
forma del Tattwa: un óvalo negro cuya parte más delgada mira hacia
abajo.
FUEGO:
Tattwa: Tejas.
La
forma del Tatwa: un triángulo equilátero de color rojo.
Es el principio
activo-eléctrico. Es la fuerza máxima de expansión y vitalización.
Es el elemento de la transmutación, pues nada que haya sido tocado
por el Fuego vuelve a ser lo mismo. Como herramienta mágica, puede
trabajarse con fuego en distintos colores, para representar el cambio
u operación que se desea que éste realice. Es el elemento opuesto al
Agua, por naturaleza, y salvo que el aire esté presente, no podrán
trabajar juntos, pues mutuamente se anularían. Es el elemento “más
puro”, pero no por ello el más sagrado. En este sentido se debe
aclarar que todos los elementos, sin importar su naturaleza, son
sagrados, y sirven a la Creación como formadores y sustentadores.
Es el elemento de la
vitalización, de la expansión, de la vitalidad, del poder, de la
fuerza y de la pasión. Da vida y calor. Es un elemento protector,
aportador de luz y claridad; aleja las tinieblas, en todos los
sentidos imaginables. En su aspecto negativo, es crueldad,
despotismo, avasallador, consumidor. Para explicar su efecto
negativo, piénsese en las consecuencias cuando el fuego se “sale
de control”.
En los mitos, los dioses
del Fuego, los Dioses de los Templos o los Dioses que trabajan el
metal son afines a este elemento, junto con los dioses y Diosas que
gobiernan sobre la pasión y el erotismo. En la tradición
occidental, este elemento es representado con el color rojo, y su
complementario, el verde.
El Arcángel que lo rige es Miguel
(Mikael).
El Àngel es Aral.
El Regente es Seraph.
El Rey Elemental es Djin.
Los espíritus elementales que habitan en este elemento son
las Salamandras.
El Arma Elemental: la Vara, símbolo de la Voluntad,
recta, firme e inquebrantable, y siempre fija en un solo objetivo.
AGUA:
Tattwa: Apas.
La
forma del Tatwwa: una luna creciente recostada, de color plata o gris.
Es el principio pasivo-magnético. Es el elemento que sustenta la
“vida orgánica”, además de ser un elemento femenino por
excelencia. La vida nace del agua. A diferencia del fuego, es un
elemento pasivo, armonioso, tranquilizador, receptivo, magnético y sanador. Es
el elemento de la paz, del amor, de los sueños, de las emociones,
del inconsciente y, por extraño que parezca, el elemento de la vida
y de la muerte. Como ya se dijo, la vida viene del agua. En las
antiguas tradiciones, se decía que el alma de los que parten se
encaminaba hacia el oeste, para “cruzar el río”. Además, al ser
el agua el elemento de la paz, no extrañe que la “última paz”
sea por él regida. En su aspecto negativo, el agua es oscuridad,
posesión, depresión, pesadillas, rencor. Como la sabiduría más
antigua dice: “nunca dejes que el Agua se estanque”.
En los mitos, el agua es
el elemento afín a las Diosas del amor y el erotismo, a los dioses
de la muerte y a los Dioses y espíritus de las fuentes y
manantiales, relacionados con la vida, la salud y la juventud. En la
tradición occidental, el color de este elemento es el azul, y su
complementario, el naranja.
El Arcángel que custodia al elemento
agua es Gabriel, el Arcángel de la Luna, que vela los sueños, la
germinación y la maternidad.
El Àngel es Taliahad.
El Regente es Tharsis.
El Rey Elemental es Nicksa o Neksa.
Los elementales del agua son las
Ondinas.
Arma Elemental: la Copa o Cáliz, símbolo de la quietud de
las emociones, necesaria para alcanzar los objetivos, sin dejarse
llevar por los desbordamientos emocionales.
Tanto la Vara como el
Cáliz son los símbolos de lo masculino y lo femenino,
respectivamente, y son las herramientas simbólicas empleadas en las
ceremonias más elevadas en Magia, en la cual, la vara es el símbolo
del Espíritu Divino, que penetra en el ser humano, representado por
el Cáliz.
AIRE:
Tattwa: Vayu o
Vayú.
La forma del Tatwa: un círculo azul. Es el principio
“equilibrador”, pues permite la integración de Fuego y Agua,
naturalmente opuestos. Representa expansión, libertad. Tiene
asociaciones con el sonido, la palabra y, por ende, con el
conocimiento y la sabiduría. Es el elemento de los oráculos y los
profetas, los que “escuchan a Dios”. No es extraño, bajo este
prisma, que en los mitos, los mensajeros de los Dioses siempre cuenten
con elementos aéreos como alas, gran velocidad o la capacidad de
volar mediante mantos mágicos hechos con plumas de aves. Es el
elemento que rige la originalidad, la extravagancia, la infancia, el
ansia de expansión y libertad; la comunicación, el conocimiento,
los medios de información. En su aspecto negativo, sin embargo, es
inmadurez, locura, extravagancia llegando al ridículo, dispersión, desconcentración.
En los mitos, los Dioses
y espíritus intelectuales le son afín, así como aquellos
encargados del clima del invierno. El color de este elemento, en la
tradición occidental, es Amarillo, y su color complementario, el
violeta.
Su Arcángel de regencia: Raphael, el “Sanador de Dios”
y su punto cardinal: Este, por donde nace el sol. Ambos son símbolos
de la vida y el conocimiento que entrega este elemento.
El Àngel es Chassan.
El Regente es Ariel.
El Rey Elemental es Paralda
Los
espíritus elementales del aire, son los Silfos o Sílfides.
Arma
Elemental: la Daga, símbolo de la agudeza de la mente y la
maniabilidad de ésta. Representa, al mismo tiempo, el doble filo que
es una mente no entrenada o no controlada.
TIERRA:
Tttwa: Prithivi o
Pritiví.
La forma del tattwa: un cuadrado amarillo.
Es la
fuerza estabilizadora, sustentadora. Si bien cada elemento puede
actuar de forma independiente, lo cierto es que ninguno puede
manifestarse si no es por medio de la Tierra, pues este elemento
aporta las bases materiales para cualquier manifestación. Es lo
sólido, lo concreto, tanto en sentido simbólico como literal. El
agua es palpable a nosotros porque “cuenta con la tierra
suficiente” para hacerse manifiesta. Es, además, el elemento
opuesto al aire, por lo cual cuesta que trabajen juntos. Mientras que
el aire es dispersión y falta de concreción, la tierra es
aterrizada, productiva.
Sin embargo, al igual que en el caso del fuego
y el agua, ambos necesitan del otro para evolucionar y funcionar
operativamente. La tierra necesita de la versatilidad del aire para
poder adoptar nuevas formas y no estancarse o permanecer
indefinidamente en una determinada forma. Por otra parte, el aire
necesita de la densidad de la tierra para poder aterrizarse y
manifestar una idea, de lo contrario, sería demasiado volátil como
para realizar cualquier acción de valor. Así como el fuego necesita
del agua para apaciguarse y no devorarlo todo, el agua necesita del
fuego para salir de su estado de pasividad y entrar en acción. La
Tierra es el elemento estabilizador, concretor,
asentador y quien otorga su forma final a cualquier manifestación.
En su aspecto negativo, se vuelve rigidez, obstinación; se añeja,
se envejece y no es capaz de adecuarse a las nuevas situaciones que
se le presentan.
En los mitos, a este
elemento le son afines las Dioas y espíritus de la naturaleza, de
los bosques; Dioses y espíritus de la Tierra, del cultivo y los
sembrados. En occidente, a este elemento se le atribuye el color
verde, y su complementario, el marrón.
Su Arcángel de regencia,
Uriel, el Guardián de las Cavernas Secretas.
Su Àngel es Phorlak.
Su Regente es Kerub.
El Rey Elemental es Ghob o Gob.
Los
elementales de la tierra: los Gnomos.
Arma Elemental: el Pentáculo,
representando la solidez y el soporte para las otras herramientas. Es
sobre el Pentáculo que se llevan a cabo las consagraciones y las
ofrendas.