lunes, 19 de noviembre de 2012

Sobre la Magia IV: Los Espíritus Elementales.

Como ya sabes, todo en la Naturaleza está formado por diferentes proporciones de los Elementos. Sin embargo, las fuerzas y principios activos que conforman cada uno de dichos elementos se componen exclusivamente de un solo elemento. Estos son los «Espíritus Elementales». Así se denomina a las entidades espirituales que habitan y se nutren del elemento al cual pertenecen. En las ciencias ocultas se enseña que son las fuerzas y principios activos presentes en cada elemento, y que permiten su desarrollo y operación. En Magia, se enseña que, cuando Dios-Uno dio paso a la Creación, envió a sus “arquitectos” (o Elohim, en terminología Qabbalística) (para darles una denominación comprensible) y que éstos, antes de retirarse, crearon formas de pensamiento o pequeños servidores para que se encargaran de una actividad específica dentro de la reciente Creación. Así cada elemento tendría quienes se encargarían de distribuir y dar forma a la energía de cada elemento, dentro de su propia naturaleza.

De esta forma, los Gnomos, espíritus de la Tierra, se encargarían de que los árboles mudaran sus hojas acorde a las estaciones, o que las flores abrieran sus pétalos en el momento adecuado. Los Silfos, espíritus del aire, se ocupan de que los vientos soplen, y las corrientes de aire se distribuyan adecuadamente. Las Ondinas, espíritus del agua, regulan las mareas, acorde las ciclos lunares y distribuyen las olas. Las Salamandras, los espíritus del fuego, encienden y animan las llamas.

Ahora bien, estas mismas entidades trabajan entre sí, para llevar a cabo las tareas combinadas de los elementos. Por ejemplo, en el “Ciclo del Agua”, las Ondinas llevan las cargas de agua que, posteriormente, los Silfos convertirán en nubes que volverán en forma de lluvia. 

Parecieran ser cuentos de hadas, pero, independiente de eso, son símbolos muy bien elegidos. Hay quienes consideran estas palabras literalmente, otros, como analogías de los procesos que se llevan a cabo dentro de la naturaleza. Lo cierto es que como símbolos funcionan, y dentro del trabajo operativo, son de gran ayuda para quien sepa trabajar con ellos y solicitar su ayuda.


Desde una perspectiva más psicológica, son excelentes analogías de fenómenos internos, además de constituir efectivos símbolos que permiten armonizar los desequilibrios elementales dentro de un individuo.. 

Ahora bien, se dice también que cada elemento sigue bajo la custodia de entidades espirituales. A cada elemento le corresponde un Nombre Divino, es decir, la forma en que se puede llamar a Dios dentro de la esfera de acción de aquel elemento. Así también, cada elemento tiene un Arcángel, que regula y administra todo lo relacionado con el elemento, al igual que un Ángel, que es el encargado de distribuir la energía en movimiento. Cada grupo de espíritus elementales tiene un Rey, que es un espíritu elemental iluminado por el Espíritu Divino. Al trabajar con cada elemento, con fines mágico o espirituales, podremos siempre recurrir al Arcángel, que es la fuerza de mayor autoridad en lo referente al elemento. Cuando se requiera de un trabajo más bien “mundano” podremos recurrir al Rey elemental, con quien, de alguna forma, podremos "razonar".

Nunca seas tan soberbio como para imponer tu voluntad de forma grosera con cualquier entidad elemental con la que trabajes, desde el Rey de los espíritus elementales hasta el Arcángel, pues cada uno tiene su dignidad y merece respeto. Si bien los espíritus elementales pertenecen a una etapa de evolución inferior a la nuestra, son entidades vivas que cumplen su parte en la evolución del universo. Además, su trabajo es vital para nuestra existencia, y cualquier abuso ingrato que ejerzas sobre ellos, en su momento retornará a ti, con las desagradables consecuencias que conlleva. Siempre que te dirijas al Rey de los espíritus elementales, hazlo con la dignidad que se merece un rey, pero no te expongas como inferior a él. Habla firme, claro, pero respetuosamente.

Lo que mencioné anteriormente en función de la escala evolutiva de los espíritus elementales, por favor no se malinterprete. Con ello no quiero decir que los humanos seamos "mejores"; solamente aclaro que, entendiendo  la evolución como grado de Conciencia Divina, el ser humano está compuesto de los Cinco Elementos, es decir, su conciencia de la existencia puede llegar a ser mucho más completa que la de un espíritu elemental que solo goza de una parte de esa existencia.

Si bien existen técnicas y procedimientos que permiten el contacto y/o acercamiento hacia los espíritus elementales,  es más cierto aún que para entablar una verdadera relación mágica con ellos es preciso "trabajar con ellos", relacionándonos con ellos en los espacios en los cuales habitan.


Ennuna futura entrada trataremos en más detalle algunas técnicas de acercamiento y trabajo con Espíritus elementales.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Sobre la Magia III: Los Cuatro Verbos del Mago

Saber, Osar, Querer, Callar. Estos Cuatro Verbos representan las bases para el trabajo y desarrollo en la Magia. Corresponden con los Cuatro Elementos más conocidos y con cuatro actitudes que todo buen mago debe poseer. Son mencionadas tanto por Agrippa en su Filosofìa Oculta como por Levi en el Dogma y Ritual de la Alta Magia, y son consideradas como Cuatro Pilares que sostienen el Templo del Mago tanto en su estudio comoo en su pràctica.
 
Saber se refiere a que el Mago debe tener una mente despierta y ávida de saber y conocimientos. Dicha avidez de conocimiento puede llevar al mago a acumular una gran cantidad de material teórico, idealmente contrastado con los resultados que apoorte la ezperimentación. El mago busca "saber", comprender las realidades ocultas de la Naturaleza, del Universo, de si mismo, poe lo cual no basta con sólo limitarse a leer, escuchar, covnersar o discutir. No busca supersticiones, busca Conocimiento. Se relaciona con el elemento Aire, el elemento del intelecto.

Osar se refiere a que el mago debe contar con el valor y la voluntad necesarios para llevar a cabo su trabajo. El Mago posee el valor del Fuego. Nada consigue quien se queda sentadoo, contemplando el mundo o pensando acerca de "la inmortaldiad del cangrejo". Uno debe "ensuciarse las manos", atreverse a encender las velas, recitar las invocaciones, trazar los símbolos, llamar a los àngeles, elementales o cualquier entidad con la que se desee trabajar. Atreverse es otra forma de llamar a este Verbo, pues, asì como el mago debe rechazar las supersticiones, la mejor forma de ponerlas a prueba es "atreverse" a ponerla a prueba. Se relaciona, pues, al Fuego, el elemento del valor, del coraje, de la voluntad.

Querer se refiere a que, junto con atreverse a hacer, el Mago debe querer hacer, es decir, estar emocionalmente comprometido y dispuesto a llevar a cabo su trabajo. Es necesario, además, despertar las emociones relacionadas con el objetivo (sin dejar invadirnos por ellas) de manera que neustra energìa personal, unida a la energùa aportada por elementos o entidades externas, pueda trabajar en conjunto en pos de aquello que buscamos. Despertaremos la mayor compasión popsible en experiencias orientadas a la uniòn con la divinidad, o el mayor odio en trabajos orientados a las maldiciones y trabajoos de destruccón. Se relaciona al Agua, el elemento de la emoción.

Callar se refiere a que, pase lo que pase, un Mago no habla de su desarrollo o de sus trabajos con los “profanos”, quienes no son capaces de comprender su Camino. Antiguamente se prohibía a los aprendices hablar de sus secretos o de sus condiciones. Comentar un determinado experimento podría provocar que, nuestro interlocutor, quizás inconscientemente, pueda proyectar energías qure podrúan resultar contraproducentes para nuestros objetivoos, sin mencionar que, de los cuatro, es uno de loos ñás importantes para varios autores. Se relaciona con la Tierra, el elemento del Silencio. 


Adicionalmente, Agrippa combina estos Cuatro Verbos, creando pares que llaman la atención por llegar a ser complementarios de cada uno de estos verbos. Puestos estos conceptos en una tabla y combinados en pares, tenemos diez y seis combinaciones del tipo:

Saber saber;             saber osar;         saber querer;         saber callar.
Osar saber;               osar osar;           osar querer;           osar callar.
Querer saber;          querer osar;       querer querer;       querer callar.
Callar saber;            callar osar;         callar querer;         callar callar.

Cada una de estas combinaciones indica una virtud combinada. Así, «Saber saber» implica saber, pero teniendo conciencia de lo que se sabe, de cómo se sabe y de aquellos que no se sabe. «Saber osar» se refiere a tener claro con qué empresas es correcto arriesgarse y con cuales no; una cosa es ser valiente, otra, estúpido. «Saber querer» significa tener las cosas claras en relación a nuestras verdaderas intenciones al obrar, sabiendo que actuamos porque queremos actuar, siendo sinceros con nuestras propias intenciones.

A medida que fui avanzando en mis estudios fui comprendiendoo otras aplicaciones para los Verbos, tanto en mi propiio desarrollo como en los "consejos" que algunas veces me pidiieron amigos que comenzaron a recorrer sus propios caminos.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Sobre la Magia II: Los Elementos.

Uno de los aspectos más fundamentales en el estudio de la Magia, planteado por renombrados exponentes del Arte como Agrippa, Levi y Crowley, entre otros, es el estudio y comprensión de los Elementos. Aunque popularmente se considere que dichos Elementos son cuatro, lo cierto, desde la perspectiva ocultista, es que son cinco.

Los nombres con los que en el Oeste se conoce a los elementos son: Fuego, Aire, Agua, Tierra y Éter o Espíritu. Sin embargo, debe entenderse que al referirnos a “Agua” no es exclusivamente al compuesto (H2O); o al hablar de la tierra no sólo se habla de “tierra de plantas y hojas”. Los Elementos representan los principios a partir de los cuales se forma y configura el universo, visible o invisiblemente. Si bien la ciencia profana nos expone una Tabla Periódica en la cual encotnramos los elementos que componen nuestro mundo desde un punto de vista "químico", estos Cinco Elementos Mágicos hacen referencia a los estados en que se encuentran las diferentes objetos y substancias dentro del universo. Así, al hablar del Elemento Tierra nos fererimos a todos los principios “sólidos”, estables, consolidados, firmes o coagulantes, tanto en niveles físicos, emocionales, mentales o espirituales. El Elemento Agua a todos los principios “acuosos o líquidos”, fluidos, fluyentes, adaptables e, incluso, solventes. El Elemento Aire se refiere a todos los principios “gaseosos”, informes, expandibles, sutiles y volátiles. Al referirnos al Fuego entendemos con él a todos los principios “ígneos y energéticos”, tales como la electricidad, por ejemplo; el fuego también representa la expansión, la energía, la vitalidad, el furor y la vitalidad. El Quinto Elemento, Éter, Espíritu, Akasha o Lux, es el principio y raíz de todos los otros elementos, además de ser el Principio que les permite “coexistir”, pues, dentro de los cuatro elementos más conocidos, se presentan pares antagónicos que es preciso mantener presente. De esta forma, en el universo, todo lo que existe está compuesto por difeentes proporciones de estos elementos o “estados”, pero no deben confundirse con los elementos químicos ya mencionados.

En la tradición oriental, a estos principios se los conoce como Tattwas, y junto con tener características de la misma naturaleza antes mencionada, tienen símbolos que los representan.

Ahora, mayor extensión sobre cada elemento/tattwa:

ESPÍRITU: Éter; Lux.
Tattwa: Akash o Akasha
Es el Principio Primero, a partir del cual nacen todos los otros elementos y, a partir de ellos, la formación de todo el universo. Si bien no tiene una manifestación propia en la naturaleza, es el principio vivo y activo presente en cada uno de los elementos. Es la energía con la que cada elemento actúa en su propia esfera de actividad; y es gracias a su participación que en Magia o cualquier otra ciencia oculta es posible operar con los otros elementos. La forma del Tattwa: un óvalo negro cuya parte más delgada mira hacia abajo.

FUEGO:
Tattwa: Tejas
La forma del Tatwa: un triángulo equilátero de color rojo. 
Es el principio activo-eléctrico. Es la fuerza máxima de expansión y vitalización. Es el elemento de la transmutación, pues nada que haya sido tocado por el Fuego vuelve a ser lo mismo. Como herramienta mágica, puede trabajarse con fuego en distintos colores, para representar el cambio u operación que se desea que éste realice. Es el elemento opuesto al Agua, por naturaleza, y salvo que el aire esté presente, no podrán trabajar juntos, pues mutuamente se anularían. Es el elemento “más puro”, pero no por ello el más sagrado. En este sentido se debe aclarar que todos los elementos, sin importar su naturaleza, son sagrados, y sirven a la Creación como formadores y sustentadores.

Es el elemento de la vitalización, de la expansión, de la vitalidad, del poder, de la fuerza y de la pasión. Da vida y calor. Es un elemento protector, aportador de luz y claridad; aleja las tinieblas, en todos los sentidos imaginables. En su aspecto negativo, es crueldad, despotismo, avasallador, consumidor. Para explicar su efecto negativo, piénsese en las consecuencias cuando el fuego se “sale de control”. 

En los mitos, los dioses del Fuego, los Dioses de los Templos o los Dioses que trabajan el metal son afines a este elemento, junto con los dioses y Diosas que gobiernan sobre la pasión y el erotismo. En la tradición occidental, este elemento es representado con el color rojo, y su complementario, el verde. 
El Arcángel que lo rige es Miguel (Mikael). 
El Àngel es Aral.
El Regente es Seraph.
El Rey Elemental es Djin.
Los espíritus elementales que habitan en este elemento son las Salamandras. 
El Arma Elemental: la Vara, símbolo de la Voluntad, recta, firme e inquebrantable, y siempre fija en un solo objetivo.

AGUA:
Tattwa: Apas
La forma del Tatwwa: una luna creciente recostada, de color plata o gris. 
Es el principio pasivo-magnético. Es el elemento que sustenta la “vida orgánica”, además de ser un elemento femenino por excelencia. La vida nace del agua. A diferencia del fuego, es un elemento pasivo, armonioso, tranquilizador, receptivo, magnético y sanador. Es el elemento de la paz, del amor, de los sueños, de las emociones, del inconsciente y, por extraño que parezca, el elemento de la vida y de la muerte. Como ya se dijo, la vida viene del agua. En las antiguas tradiciones, se decía que el alma de los que parten se encaminaba hacia el oeste, para “cruzar el río”. Además, al ser el agua el elemento de la paz, no extrañe que la “última paz” sea por él regida. En su aspecto negativo, el agua es oscuridad, posesión, depresión, pesadillas, rencor. Como la sabiduría más antigua dice: “nunca dejes que el Agua se estanque”.



En los mitos, el agua es el elemento afín a las Diosas del amor y el erotismo, a los dioses de la muerte y a los Dioses y espíritus de las fuentes y manantiales, relacionados con la vida, la salud y la juventud. En la tradición occidental, el color de este elemento es el azul, y su complementario, el naranja. 
El Arcángel que custodia al elemento agua es Gabriel, el Arcángel de la Luna, que vela los sueños, la germinación y la maternidad. 
El Àngel es Taliahad.
El Regente es Tharsis.
El Rey Elemental es Nicksa o Neksa.
Los elementales del agua son las Ondinas. 
Arma Elemental: la Copa o Cáliz, símbolo de la quietud de las emociones, necesaria para alcanzar los objetivos, sin dejarse llevar por los desbordamientos emocionales.

Tanto la Vara como el Cáliz son los símbolos de lo masculino y lo femenino, respectivamente, y son las herramientas simbólicas empleadas en las ceremonias más elevadas en Magia, en la cual, la vara es el símbolo del Espíritu Divino, que penetra en el ser humano, representado por el Cáliz.

AIRE:
Tattwa: Vayu o Vayú
La forma del Tatwa: un círculo azul. Es el principio “equilibrador”, pues permite la integración de Fuego y Agua, naturalmente opuestos. Representa expansión, libertad. Tiene asociaciones con el sonido, la palabra y, por ende, con el conocimiento y la sabiduría. Es el elemento de los oráculos y los profetas, los que “escuchan a Dios”. No es extraño, bajo este prisma, que en los mitos, los mensajeros de los Dioses siempre cuenten con elementos aéreos como alas, gran velocidad o la capacidad de volar mediante mantos mágicos hechos con plumas de aves. Es el elemento que rige la originalidad, la extravagancia, la infancia, el ansia de expansión y libertad; la comunicación, el conocimiento, los medios de información. En su aspecto negativo, sin embargo, es inmadurez, locura, extravagancia llegando al ridículo, dispersión, desconcentración. 


En los mitos, los Dioses y espíritus intelectuales le son afín, así como aquellos encargados del clima del invierno. El color de este elemento, en la tradición occidental, es Amarillo, y su color complementario, el violeta. 
Su Arcángel de regencia: Raphael, el “Sanador de Dios” y su punto cardinal: Este, por donde nace el sol. Ambos son símbolos de la vida y el conocimiento que entrega este elemento. 
El Àngel es Chassan.
El Regente es Ariel.
El Rey Elemental es Paralda
Los espíritus elementales del aire, son los Silfos o Sílfides. 
Arma Elemental: la Daga, símbolo de la agudeza de la mente y la maniabilidad de ésta. Representa, al mismo tiempo, el doble filo que es una mente no entrenada o no controlada.

TIERRA:
Tttwa: Prithivi o Pritiví
La forma del tattwa: un cuadrado amarillo. 
Es la fuerza estabilizadora, sustentadora. Si bien cada elemento puede actuar de forma independiente, lo cierto es que ninguno puede manifestarse si no es por medio de la Tierra, pues este elemento aporta las bases materiales para cualquier manifestación. Es lo sólido, lo concreto, tanto en sentido simbólico como literal. El agua es palpable a nosotros porque “cuenta con la tierra suficiente” para hacerse manifiesta. Es, además, el elemento opuesto al aire, por lo cual cuesta que trabajen juntos. Mientras que el aire es dispersión y falta de concreción, la tierra es aterrizada, productiva. 


Sin embargo, al igual que en el caso del fuego y el agua, ambos necesitan del otro para evolucionar y funcionar operativamente. La tierra necesita de la versatilidad del aire para poder adoptar nuevas formas y no estancarse o permanecer indefinidamente en una determinada forma. Por otra parte, el aire necesita de la densidad de la tierra para poder aterrizarse y manifestar una idea, de lo contrario, sería demasiado volátil como para realizar cualquier acción de valor. Así como el fuego necesita del agua para apaciguarse y no devorarlo todo, el agua necesita del fuego para salir de su estado de pasividad y entrar en acción. La Tierra es el elemento estabilizador, concretor, asentador y quien otorga su forma final a cualquier manifestación. En su aspecto negativo, se vuelve rigidez, obstinación; se añeja, se envejece y no es capaz de adecuarse a las nuevas situaciones que se le presentan.

En los mitos, a este elemento le son afines las Dioas y espíritus de la naturaleza, de los bosques; Dioses y espíritus de la Tierra, del cultivo y los sembrados. En occidente, a este elemento se le atribuye el color verde, y su complementario, el marrón. 
Su Arcángel de regencia, Uriel, el Guardián de las Cavernas Secretas. 
Su Àngel es Phorlak.
Su Regente es Kerub.
El Rey Elemental es Ghob o Gob.
Los elementales de la tierra: los Gnomos
Arma Elemental: el Pentáculo, representando la solidez y el soporte para las otras herramientas. Es sobre el Pentáculo que se llevan a cabo las consagraciones y las ofrendas.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Encantamiento del Viajero

"Un viaje de miles de leguas, comienza con un pequeño paso".

Con esas palabras de Lao Tze les presento uno de los primeros aportes prácticos a este blog. Se trata de un encantamiento especialmente diseñado para protegernos antes de iniciar cualquier experiencia en la cual nuestra conciencia vaya a "realizar un viaje". Lo podemos emplear antes de practicar viajes astrales, viajes mentales, desdoblamientos, sueños lúcidos, trabajo de trance o cuando vayamos en el bus camino al trabajo de regreso a casa. 

Se trata de un Galdor, es decir, un encantamiento, una fórmula vervalizada, recomendada por Diana Paxson antes de realizar los trabajos de trance, aunque a mi me ha servido para protegerme durante la mayoría de los viajes, generando en mi esa sensación de estar amparado frente a todo peligro.

Runa Sieg, Sòl, Sowilo, Sigel..

Tan sólo precisamos de un mínimo de concentración, visualización y conocer la Runa Sig, Sieg o Sowilo, que será el signo invocado para montar guardia mientras nuestra mente despega. Si dispones ya de una Vara, Daga o athame, también será útil, aunque también podremos trazar los símbolos con la ayuda de los dedos índice y mayor de nuestra mano proyectiva (aquella con la que escribimos), o dibujarlos mentalmente en caso de que estemos con más personas..

Inhala profundamente algunas veces, relajando tu cuerpo. Entonces, entona:

With this sphere I gird me round
(traza un círculo a tu alrededor en sentido horario con la vara, daga o con los dedos)
By God's grace may I be bound,
(puedes sustituir por "Diosa" o la deidad de tu preferencia)
Against sore stitch, against sore bite,
Against all horrors that haunt the night;
'Gainst dread that folk fear everywhere,
And loathly things that here would fare,
Sig-galdor I chant, Sig-rod is my stay,
(dibuja una runa Sieg en todas las direcciones)
Word-sig and work-sig ward today.
Not nightmare do my spirit harm,
No foe oppress, no fear alarm.
Nor wight, nor weather threaten me,
 From danger defended I will be.
I bid the good God victory give,
Guarded so, save shall I live.

Esta es la versión original del encantamiento y, desde luego, adapté una versión en español para mi y para aquellos a los que se las recomendé en su momento:

Con esta esfera que a mi alrededor ciño,
(traza un círculo a tu alrededor en sentido horario con la vara, daga o con los dedos)
en la gracia de los Dioses estoy contenido.
Contra el dolor que punza, contra el dolor que muerde,
Contra todos los horrores que la noche contuviese.
Contra el miedo la que la gente teme en todas partes,
y el veneno que naciera contra mí de malas artes.
Sig-galdor yo canto, el Sol yo dibujo,
(dibuja una runa Sieg en todas las direcciones)
en la Fuerza del Sol me rodeo y me escudo.
Malos sueños a mi espíritu ya no vuelven a dañar,
ni oprimiir los enemigos, ni los miedos alarmar.
No me dañan ni los hombres, ni tampoco tempestades,
frente al mal, frente al peligro, protegido de sus males.
Y a los Dioses poderosos, yo les pido la victoria
amparado, protegido, donde sea, a toda hora.

Una vez rodeado de la poderosa fuerza del sol, realiza la experiencia que desees, tranquili y protegido.

Sobre la Magia I: Como Arte y como Ciencia

Ya sea en cuentos, películas, novelas fantásticas o en la imaginación popular, el Mago siempre ha contado con el atributo de poseer un poder más allá del alcance del humano promedio: ser capaz de modificar los eventos que acontecen en el mundo. 

La Magia es el Arte y la Ciencia que permite obrar cambios en el mundo acordes a la Voluntad. Tal es la definición que Aleister Crowley, uno de los magos y ocultistas más renombrados de la historia, entrega al hablar de Magia, a lo que Franz Bardon agrega: "Es, además, la más sagrada de todas las Ciencias". Bajo esta definición, cualquier acto que lleve a la realización de la propia voluntad es comprendido como un acto mágico. Para algunos magos, estos cambios son producidos en el entorno, mientras que para otros son producidos en la conciencia. Supongamos que G. necesita una suma de $5000. Realiza los actos mágicos adecuados para obtener esta cantidad. En los días posteriores a la realización de su acto mágico (entiéndase acto mágico como cualquier hechizo, ceremonia o ritual orientado a alcanzar alguna finalidad por medio de la magia), G. sale a caminar. Al llegar a una bifurcación por la que está acostumbrado a virar a la derecha decide, por algún motivo, ir por la izquierda. Mientras sigue por este camino, se encuentra con un amigo que le paga los $5000 que le debía.




Para algunos magos, el trabajo mágico realizado por G. habría provocado algún tipo de cambio en su entorno  (o mundo objetivo) como, por ejemplo, que su amigo tuviera la oportunidad y la voluntad de devolverle la cantidad facilitada. Para otros, el cambio se habría producido en su conciencia (una intuición, una corazonada) y se habría obrado el cambio en esa esfera. Sea dónde sea que se realice dicho cambio ¡la Magia funciona para quienes la practican y creen en su funcionamiento!. 
 
La Magia, como disciplina científica y artítica, conjuga e integra varias disciplinas para profundizar en un amplio conjunto de conocimientos, entre los que se cuentan la Kabbalah, la filosofía, la psicología, la alquimia, la antropología, la física, la medicina, la astrología, el misticismo, y muchas otras.
 
Se concibe a la Magia como una Ciencia debido a la rigurosidad en su estudio y en la aplicación de sus técnicas. Un Mago debe mantener bajo observación y control las condiciones de su trabajo, además de conocer lo más perfectamente posible las acciones que realiza, conociendo lo símbolos y elementos que emplee. De esto se derivan las "leyes" o "principios generales que la mayoría de los practicantes de magia conoce": energía presente en cada una de las fases lunares, los colores y aromas que deban emplearse y otras correspondencias que estudiaremos más adelante

La Magia es un Arte debido al alto componente de creatividad que se exige del Mago. Un practicante de Magia debe tener la suficiente aplicación para conocer los procedimientos y enseñanzas tradicionales y formales, pero siempre debe estar investigando, probando y descubriendo los procedimientos que mejor se adapten a sus necesidades particulares. A este respecto, quizás las formas más modernas de Magia sean las que mejor lo han desarrollado. Líneas de pensamiento como la Magia del Caos o del Neo-Paganismo basan sus prácticas en la integración de diferentes elementos que, en tiempos de nuestros ancestros, tal vez habrían sido considerados sacrilegios.

“La Magia es Ciencia en su estudio, y un Arte en su práctica”.

Dentro de los objetivos que la Magia persigue, no sólo se encuentran la influencia en el entorno o la comprensión de éste, sino también el entendimiento de los aspectos más profundos de la psicología humana, el desarrollo de las capacidades humanas hasta su mayor expresión, el desarrollo del espíritu humano; la evolución de toda la Creación y, como en casi todo, la obtención de determinados resultados en el mundo concreto. Cada uno de estos objetivos se expresa en formas especiales dentro del lenguaje mágico, particularmente para que aquellos que no conocen sus secretos no puedan tergiversar su profundo significado. “Llegar a ser Dioses caminando sobre la Tierra”, convertirse en seres plenamente desarrollados en sus aspectos internos y externos, constituyen las mayores y más importantes tareas para un Mago.

Para lograr su meta, el mago cuenta con varias herramientas a su disposición, además de un sinnúmero de prácticas aportadas por diversas escuelas de misterios a lo largo de la historia. A pesar de las diferencias en correspondencias, pronunciaciones o asociaciones, existen elementos básicos comunes a todas las disciplinas mágicas, tales como el conocimiento de los Cinco Elementos, de algunos Rituales y símbolos. Paras unificar lo mejor posible dichos simbolismos, te presentaré esta obra en el lenguaje aprendido por mi en mi propio desarrollo. Es una síntesis de los aspectos más importantes dentro del aprendizaje básico de la Magia, que espero disfrutes y aprovec

Hacia lo Profundo

Llevo algunos años dedicados al estudio y práctica de una de las prácticas más antiguas de las que la humanidad tiene registro: la Magia. 
 
Años de lecturas, estudio y prácticas en solitario, sin una guía "experimentada" puede llevarte a acumular una buena cantidad de material (muchas veces desorganizado), ya sea objetos, libros, diarios, apuntes y, desde luego, una que otra consecuencia. Es esta cantidad de información y material procedente de diversas fuentes lo que muchas veces me confunde y me pone a pensar sobre cuál será el mejor camino, técnica, entidad o herramienta con la cual trabajar (lo cual durante mis años de adolescencia y temprana juventud me complicaba bastante). Finalmente, algunas experiencias, el encuentro con otros Caminantes y Estudiosos me ayudó a organizar, comprender, sintetizar y volver mucho más práctico, útil y efectivo el caudal de información y datos acumulados.
 
El Título de este blog viene de la denominación que durante la Edad Media recibían los libros dedicados a la Magia, en los cuales se podía encontrar un comprendió de diversas disciplinas y técnicas, tanto de meditación, reflexión, las propiedades de piedras, plantas y metales, así como los nombres y firmas de espíritus de toda clase.
 
El aprendizaje jamás termina, y en cuanto más aprendo, más consciente me vuelvo de todo lo que aún me queda por comprender. Abro este Grimorio como una forma de ordenar, sintetizar y presentar diferentes formas de abordar el estudio y prácticas del Arte, tanto para quienes comienzan el Sendero como para quienes quieran compartir enfoques y experiencias. 

Si en estas páginas encuentras algo que te ayude en tu Caminar, que entonces los dioses y Diosas te Bendigan