Como ya sabes, todo en la
Naturaleza está formado por diferentes proporciones de los
Elementos. Sin embargo, las fuerzas y principios activos que
conforman cada uno de dichos elementos se componen exclusivamente de
un solo elemento. Estos son los «Espíritus Elementales». Así se
denomina a las entidades espirituales que habitan y se nutren del
elemento al cual pertenecen. En las ciencias ocultas se enseña que
son las fuerzas y principios activos presentes en cada elemento, y
que permiten su desarrollo y operación. En Magia, se enseña que,
cuando Dios-Uno dio paso a la Creación, envió a sus “arquitectos” (o Elohim, en terminología Qabbalística)
(para darles una denominación comprensible) y que éstos, antes de
retirarse, crearon formas de pensamiento o pequeños servidores
para que se encargaran de una actividad específica dentro de la
reciente Creación. Así cada elemento tendría quienes se
encargarían de distribuir y dar forma a la energía de cada
elemento, dentro de su propia naturaleza.
De esta forma, los
Gnomos, espíritus de la Tierra, se encargarían de que los árboles
mudaran sus hojas acorde a las estaciones, o que las flores abrieran
sus pétalos en el momento adecuado. Los Silfos, espíritus del aire,
se ocupan de que los vientos soplen, y las corrientes de aire se
distribuyan adecuadamente. Las Ondinas, espíritus del agua, regulan
las mareas, acorde las ciclos lunares y distribuyen las olas. Las
Salamandras, los espíritus del fuego, encienden y animan las llamas.
Ahora bien, estas mismas
entidades trabajan entre sí, para llevar a cabo las tareas
combinadas de los elementos. Por ejemplo, en el “Ciclo del Agua”,
las Ondinas llevan las cargas de agua que, posteriormente, los Silfos
convertirán en nubes que volverán en forma de lluvia.
Parecieran ser cuentos
de hadas, pero, independiente de eso, son símbolos muy bien
elegidos. Hay quienes consideran estas palabras literalmente, otros,
como analogías de los procesos que se llevan a cabo dentro de la
naturaleza. Lo cierto es que como símbolos funcionan, y dentro del
trabajo operativo, son de gran ayuda para quien sepa trabajar con
ellos y solicitar su ayuda.
Desde una
perspectiva más psicológica, son excelentes analogías de fenómenos
internos, además de constituir efectivos símbolos que permiten
armonizar los desequilibrios elementales dentro de un individuo..
Ahora bien,
se dice también que cada elemento sigue bajo la custodia de
entidades espirituales. A cada elemento le corresponde un Nombre
Divino, es decir, la forma en que se puede llamar a Dios dentro de la
esfera de acción de aquel elemento. Así también, cada elemento
tiene un Arcángel, que regula y administra todo lo relacionado con
el elemento, al igual que un Ángel, que es el encargado de
distribuir la energía en movimiento. Cada grupo de espíritus
elementales tiene un Rey, que es un espíritu elemental iluminado por
el Espíritu Divino. Al trabajar con cada elemento, con fines mágico
o espirituales, podremos siempre recurrir al Arcángel, que es la
fuerza de mayor autoridad en lo referente al elemento. Cuando se
requiera de un trabajo más bien “mundano” podremos recurrir al
Rey elemental, con quien, de alguna forma, podremos "razonar".
Nunca seas
tan soberbio como para imponer tu voluntad de forma grosera con
cualquier entidad elemental con la que trabajes, desde el Rey de los
espíritus elementales hasta el Arcángel, pues cada uno tiene su
dignidad y merece respeto. Si bien los espíritus elementales
pertenecen a una etapa de evolución inferior a la nuestra, son
entidades vivas que cumplen su parte en la evolución del universo.
Además, su trabajo es vital para nuestra existencia, y cualquier
abuso ingrato que ejerzas sobre ellos, en su momento retornará a ti,
con las desagradables consecuencias que conlleva. Siempre que te
dirijas al Rey de los espíritus elementales, hazlo con la dignidad
que se merece un rey, pero no te expongas como inferior a él. Habla
firme, claro, pero respetuosamente.
Lo que mencioné anteriormente en función de la escala evolutiva de los espíritus elementales, por favor no se malinterprete. Con ello no quiero decir que los humanos seamos "mejores"; solamente aclaro que, entendiendo la evolución como grado de Conciencia Divina, el ser humano está compuesto de los Cinco Elementos, es decir, su conciencia de la existencia puede llegar a ser mucho más completa que la de un espíritu elemental que solo goza de una parte de esa existencia.
Si bien existen técnicas y procedimientos que permiten el contacto y/o acercamiento hacia los espíritus elementales, es más cierto aún que para entablar una verdadera relación mágica con ellos es preciso "trabajar con ellos", relacionándonos con ellos en los espacios en los cuales habitan.
Ennuna futura entrada trataremos en más detalle algunas técnicas de acercamiento y trabajo con Espíritus elementales.
Si bien existen técnicas y procedimientos que permiten el contacto y/o acercamiento hacia los espíritus elementales, es más cierto aún que para entablar una verdadera relación mágica con ellos es preciso "trabajar con ellos", relacionándonos con ellos en los espacios en los cuales habitan.
Ennuna futura entrada trataremos en más detalle algunas técnicas de acercamiento y trabajo con Espíritus elementales.