lunes, 19 de noviembre de 2012

Sobre la Magia IV: Los Espíritus Elementales.

Como ya sabes, todo en la Naturaleza está formado por diferentes proporciones de los Elementos. Sin embargo, las fuerzas y principios activos que conforman cada uno de dichos elementos se componen exclusivamente de un solo elemento. Estos son los «Espíritus Elementales». Así se denomina a las entidades espirituales que habitan y se nutren del elemento al cual pertenecen. En las ciencias ocultas se enseña que son las fuerzas y principios activos presentes en cada elemento, y que permiten su desarrollo y operación. En Magia, se enseña que, cuando Dios-Uno dio paso a la Creación, envió a sus “arquitectos” (o Elohim, en terminología Qabbalística) (para darles una denominación comprensible) y que éstos, antes de retirarse, crearon formas de pensamiento o pequeños servidores para que se encargaran de una actividad específica dentro de la reciente Creación. Así cada elemento tendría quienes se encargarían de distribuir y dar forma a la energía de cada elemento, dentro de su propia naturaleza.

De esta forma, los Gnomos, espíritus de la Tierra, se encargarían de que los árboles mudaran sus hojas acorde a las estaciones, o que las flores abrieran sus pétalos en el momento adecuado. Los Silfos, espíritus del aire, se ocupan de que los vientos soplen, y las corrientes de aire se distribuyan adecuadamente. Las Ondinas, espíritus del agua, regulan las mareas, acorde las ciclos lunares y distribuyen las olas. Las Salamandras, los espíritus del fuego, encienden y animan las llamas.

Ahora bien, estas mismas entidades trabajan entre sí, para llevar a cabo las tareas combinadas de los elementos. Por ejemplo, en el “Ciclo del Agua”, las Ondinas llevan las cargas de agua que, posteriormente, los Silfos convertirán en nubes que volverán en forma de lluvia. 

Parecieran ser cuentos de hadas, pero, independiente de eso, son símbolos muy bien elegidos. Hay quienes consideran estas palabras literalmente, otros, como analogías de los procesos que se llevan a cabo dentro de la naturaleza. Lo cierto es que como símbolos funcionan, y dentro del trabajo operativo, son de gran ayuda para quien sepa trabajar con ellos y solicitar su ayuda.


Desde una perspectiva más psicológica, son excelentes analogías de fenómenos internos, además de constituir efectivos símbolos que permiten armonizar los desequilibrios elementales dentro de un individuo.. 

Ahora bien, se dice también que cada elemento sigue bajo la custodia de entidades espirituales. A cada elemento le corresponde un Nombre Divino, es decir, la forma en que se puede llamar a Dios dentro de la esfera de acción de aquel elemento. Así también, cada elemento tiene un Arcángel, que regula y administra todo lo relacionado con el elemento, al igual que un Ángel, que es el encargado de distribuir la energía en movimiento. Cada grupo de espíritus elementales tiene un Rey, que es un espíritu elemental iluminado por el Espíritu Divino. Al trabajar con cada elemento, con fines mágico o espirituales, podremos siempre recurrir al Arcángel, que es la fuerza de mayor autoridad en lo referente al elemento. Cuando se requiera de un trabajo más bien “mundano” podremos recurrir al Rey elemental, con quien, de alguna forma, podremos "razonar".

Nunca seas tan soberbio como para imponer tu voluntad de forma grosera con cualquier entidad elemental con la que trabajes, desde el Rey de los espíritus elementales hasta el Arcángel, pues cada uno tiene su dignidad y merece respeto. Si bien los espíritus elementales pertenecen a una etapa de evolución inferior a la nuestra, son entidades vivas que cumplen su parte en la evolución del universo. Además, su trabajo es vital para nuestra existencia, y cualquier abuso ingrato que ejerzas sobre ellos, en su momento retornará a ti, con las desagradables consecuencias que conlleva. Siempre que te dirijas al Rey de los espíritus elementales, hazlo con la dignidad que se merece un rey, pero no te expongas como inferior a él. Habla firme, claro, pero respetuosamente.

Lo que mencioné anteriormente en función de la escala evolutiva de los espíritus elementales, por favor no se malinterprete. Con ello no quiero decir que los humanos seamos "mejores"; solamente aclaro que, entendiendo  la evolución como grado de Conciencia Divina, el ser humano está compuesto de los Cinco Elementos, es decir, su conciencia de la existencia puede llegar a ser mucho más completa que la de un espíritu elemental que solo goza de una parte de esa existencia.

Si bien existen técnicas y procedimientos que permiten el contacto y/o acercamiento hacia los espíritus elementales,  es más cierto aún que para entablar una verdadera relación mágica con ellos es preciso "trabajar con ellos", relacionándonos con ellos en los espacios en los cuales habitan.


Ennuna futura entrada trataremos en más detalle algunas técnicas de acercamiento y trabajo con Espíritus elementales.